El cuento de una barrica es una sátira eufórica. La complejidad casi insolente de su juego intelectual hace de ella la obra más difícil de la sátira swiftiana. Sin embargo, es la más divertida, tan festivamente inventica, tan estridente en su humor que resulta imposible leerla sin reírse. Elogio de la locura, defensa y alabanza de la modernidad, alegoría religionsa, contadas por un narrador inconsciente creado por Swift a la medida del relato.