Ernesto habrá de convertirse a los doce años en el hijo del héroe, al conocer la muerte de su padre como parte de las tropas cubanas enviadas a Angola. La realidad de la Revolución se vuelve entonces más evidente, y contradictoria, sobre todo a medida
Ernesto habrá de convertirse a los doce años en el hijo del héroe, al conocer la muerte de su padre como parte de las tropas cubanas enviadas a Angola. La realidad de la Revolución se vuelve entonces más evidente, y contradictoria, sobre todo a medida