¿Quién no se ha aburrido alguna vez en clase? Seki ha hecho de la necesidad de distraerse durante la lección todo un arte. Domina clásicos como fabricar un folioscopio o construir un circuito de dominó con gomas de borrar, pero también se atreve con propuestas más innovadoras, como esculpir figuras de arena o realizar una excavación paleontológica en su propia mesa. Todo esto traerá de cabeza a su compañera Yokoi quien, a pesar de sus esfuerzos por que Seki deje de jugar y preste atención en clase, acabará siempre tan fascinada como el lector por la originalidad de sus pasatiempos.