Este libro es una fiesta del lenguaje y de la evocación, con elrevestimiento de un poder de fascinar que es poco común en las obrasque hoy se presentan en el género del ensayo, que muchas veces son, en realidad, creaciones eruditas. El texto de este escrito de Lizundiano es una acumulación inerte de datos amparada en una bateríainasimilable de citas a pie de página, sino pensamiento, envuelto enun lirismo discreto, pero sabio, que acerca al lector a una dimensiónde Tánger a la que, literalmente, se rescata del misterio y se la hace revivir.