En la poética de Pilar Quirosa-Cheyrouze (Tetuán, 1956), la indagación y la reflexión sustancian el significado de la palabra, al tiempo que alientan la llama de la creación y la mirada interior.
Los temas más frecuentes en sus poemas están unidos a la naturaleza del ser, abarcando los paisajes físicos, especialmente los mediterráneos, consustanciales a la memoria sentimental -desde los horizontes africanos hasta las vivencias transitadas por el espacio almeriense, donde reside desde 1969-, y tratando de conjugarlos con la esperanza depositada en el ser humano, en el afán de conectar con un destino generoso y posible gracias al poder inequívoco del amor y sus designios.
Las metáforas, las imágenes y el ritmo poético, a menudo elegíaco, jalonan un decisivo paseo por la vida, el amor y la muerte, entendida ésta última como única certeza, un itinerario ligado al oscuro y proceloso paso del tiempo