LOS LUNES ME ODIAN

LOS LUNES ME ODIAN

REBELDE, INCORRECTA Y ALGO CANALLA, P8LADAS SUEÑA CON UN MUNDO PERFECTO

18,90 €
IVA incluido
Disponible entre 3-6 días
Editorial:
AGUILAR EDITORIAL
Año de edición:
Materia
Literatura de humor
ISBN:
978-84-03-01425-1
Páginas:
272
Encuadernación:
Bolsillo
Colección:
18,90 €
IVA incluido
Disponible entre 3-6 días

"No estoy segura de si odio los lunes o los lunes me odian a mí, me pregunto si será algo personal". P8ladas Rebelde, incorrecta y algo canalla, P8ladas, álter ego de Laura Santolaya, es un ser libre con una existencia viertual en la que cualquier parecido con la coincidencia es pura realidad. Le gustaría vivir en un mundo en el que no importara la belleza ni el dinero, pero este es el único que tiene. Los lunes simbolizan lo que más odia: el trabajo, la dieta, la hipocresía, la estupidez...; nada de esto tiene cabida en su "mundo perfecto".

Rebelde, incorrecta y algo canalla, P8ladas sueña con un mundo perfecto...«No estoy segura de si odio los lunes, o los lunes me odian a mí, me pregunto si será algo personal». P8ladasRebelde, incorrecta y algo canalla, P8ladas es un ser libre que vive una existencia virtual en la que cualquier parecido con la coincidencia es pura realidad. Le gustaría vivir en un mundo perfecto en el que no importara la belleza o el dinero. Los lunes simbolizan lo que más odia: el trabajo, la dieta, la hipocresía, la estupidez...; nada de esto tiene cabida en su «mundo perfecto».Cuando en el año 2008 inauguró su blog Prohibido escuchar canciones ñoñas nunca pensó que aquellas tímidas reflexiones ilustradas que surgían al compás de sus canciones favoritas se plasmarían con el tiempo en un libro.En Los lunes me odian P8ladas, álter ego de Laura Santolaya, adquiere una nueva dimensión que entraña una gran responsabilidad: se viste de papel para introducirse en las casas de los internautas, entrar de puntillas en sus dormitorios, acomodarse en sus mesillas y, desde allí, provocarles una última sonrisa antes de dormir.Reseñas:
«P8ladas es una optimista incorrecta».
La Razón