IZQUIERDO CABRERA, EDUARDO / PÉREZ LADAGA, ELOY
Son muchos los que siguen sin entender cómo alguien como Donald Trump –¡o Ronald Reagan!– pudo ser elegido presidente, cómo tantas familias hacen la compra los sábados por la tarde con una pistola al cinto o cómo se puede hacer gala de una doble moral tan afilada, con el puritanismo y las perversiones sexuales a ambos lados de la navaja. En realidad, casi todos los estereotipos que dan forma al mito del Profundo Sur estadounidense son verdades a medias, todas arraigadas en una historia y una cultura que hay que vivir para entenderlas. O leerse este libro con un cubo de cervezas frías al lado y ahorrarse el billete a Mississippi.
“Mi abuelo siempre habló muy bien de Elvis, y no es que él supiera sobre su música, pero los parientes de allá le habían contado con orgullo que cuando llegó a lo más alto, lo primero que hizo fue comprarles a sus padres una bonita casa. Eso significaba que Elvis era un buen muchacho, y ese es el mayor cumplido que un hombre del Sur pueda dedicarle a otro en su jerga compartida”, Elliott Murphy