Los diez años comprendidos entre el Desastre de Annual y la proclamación de la Segunda República fueron para Madrid un periodo de transformación con la construcción de la Gran VÃa, la prolongación de la Castellana, la ampliación del metro, la apertura de equipamientos como el Matadero o la Necrópolis del Este o la puesta en marcha la Ciudad Universitaria o el aeropuerto de Barajas. También fueron los años en los que abrieron los primeros grandes almacenes, se levantaron algunos de sus principales edificios, surgieron compañÃas como Telefónica, Campsa, Iberia o Gas Madrid, sus calles fueron adaptadas para acoger los primeros autobuses, pasos de peatones, semáforos y surtidores de gasolina, y los madrileños asistieron asombrados a las gestas aéreas como la del Plus Ultra, la llegada del cine sonoro, las primeras emisoras de radio o la creación del Campeonato de Liga.
Pero también fueron los años en los que la población fue consciente de la profunda brecha existente entre clases sociales, puesta de manifiesto en la falta de vivienda, la mendicidad callejera, la falta de salubridad, la carencia de escuelas y centros sanitarios y el aumento del paro obrero y de la conflictividad laboral. A ello hubo que añadir un clima polÃtico opresor por parte de la dictadura de Primo de Rivera que acabó con las garantÃas constitucionales y los partidos tradicionales y que finalmente arrastrarÃa en su caÃda a la monarquÃa de Alfonso XIII y la llegada de una República en la que muchos españoles pusieron sus esperanzas. La crónica de Pedro Montoliú se completa con una cuidada selección de ochenta fotografÃas de la época.