Reivindicada como una de las voces claves de la poesía comprometida española de los últimos veinte años, Mariluz Escribano ha sido una mujer de principios sólidos que ha enarbolado y defendido hasta su muerte los valores esenciales de la libertad, la dignidad y el progreso. Su obra, que se corresponde con una de las voces más sólidas y versátiles de la literatura española contemporánea, forma parte indiscutible del patrimonio literario andaluz y español, lo que no la eximió de ser un claro exponente de la literatura sumergida, la escrita por mujeres injustamente erradicadas de los suplementos literarios y las esferas del poder cultural.