Si la edición de esta selección de poemas resulta muy sencilla, los poemas de Stevenson son ricos en sensibilidad y en vivencias. Cercanos al mundo infantil se recrean juegos, miedos e ilusiones. Todo de verdad, sin sensiblería, nostalgia o palabras huecas. Como casi siempre en la poesía que se traduce hay que contemplar la tarea del traductor casi como un trabajo de composición y de rima.
En estos maravillosos poemas, R. L. Stevenson navega por los mares de la imaginación, invoca los fantasmas y los miedos de un niño y evoca la magia de las lecturas y los juegos infantiles.