Este libro trata de las relaciones entre ciencia, ética y política, y su campo de estudio es la arqueología. Tras analizar críticamente tanto los paradigmas dominantes de la antropología y la arqueología del siglo pasado, vinculados al pensamiento conservador, como los del marxismo y el estructuralismo clásicos, deudores del eurocentrismo, el profesor Fernández Martínez nos presenta aquí las propuestas más recientes de las arqueologías críticas y nos muestra cómo se refuerzan mutuamente en una única aproximación para las ciencias sociales, construida discursivamente sobre las metáforas de la democracia radical y la emancipación social. Se trata de superar paradigmas que ya no sirven y de construir una arqueología crítica que permita entender el ayer y permita cambiar el presente, con escenarios pasados donde las contradicciones sociales y el sufrimiento humano no hayan sido borrados sin ninguna justificación científica, que nos acerque la diversidad cultural de los milenios que nos han precedido y que combata la uniformidad que quiere imponernos el pensamiento único. Sólo así podrá constituirse la arqueología en una ciencia emancipadora que, en palabras del autor, "devuelve la vida a los muertos para que nos ayuden a recuperar el futuro."