Por si aún quedaran dudas de que la novela es el género literario más apropiado para aprehender los infinitos matices que determinan las relaciones humanas, la lectura de esta formidable opera prima de Mary Lawson es la mejor manera de disiparlas. Con un talento excepcional para dibujar los perfiles psicológicos de sus personajes, que en la ajustada dimensión de sus trazos adquieren un realismo sobrecogedor, Lawson escribe sobre cómo la carga del pasado puede condicionar inexorablemente la forma de estar y actuar en el mundo.