El escultor Anastasio Martínez Hernández desarrolló su trayectoria durante el primer tercio del siglo XX en el sureste español. Tras formarse en diversos centros artísticos, inauguró un taller en Murcia. Su producción abarcó escultura religiosa y funeraria, ornamentación arquitectónica, mobiliario litúrgico y privado y carrozas para las Fiestas de Primavera. Destacó por sus colaboraciones con los arquitectos Pedro Cerdán y José Antonio Rodríguez y por ser el maestro de los escultores José Planes y Clemente Cantos. Su obra se encuentra en emblemáticos edificios religiosos y civiles de su ciudad, como la Catedral y el Casino. También en Lorca, Fortuna , Novelda, Espinardo, Orihuela y otras poblaciones, realizando célebres creaciones como el primer Monumento al Corazón de Jesús de Monteagudo.