Nos habla el profesor Lisón en el prólogo de que el Símbolo es un concepto complejo, plural, inagotable y difuso, arbitrario y plurívoco, se rige por asociaciones culturales de ideas, reglas proyectivosy nudos de proposiciones que requieren la cooperación del intérprete, lo que implica que al no obedecer a protocolos discursivos combina ideas, deseos y significados que generan sentidos en lectura infinita. Esa inagotabilidad del símbolo propicia la posibilidad de ulterior significado, de significar cosas que no se pueden decir de otra manera. El modo simbólico es mítico-poético, fantástico e imaginativo, artístico y emotivo, no duplica lo real, lo abstrae y representa en idealización; lo hace a través de temas y tipos que descubren dimensiones de lo humano. Lo simbolización, adquirida por el oprendizo e de códigos culturales concretos, conforma nuestra percepción del mundo y de la vida y nos permite orientarnos y actuar en la relación con los demás. Nos configura de tal forma, que se c