Bangkok es una de las capitales más importantes no sólo del Sureste Asiático, sino también de toda Asia y la principal puerta de acceso de la zona, incluido el fantástico complejo arqueológico de templos medievales de Angkor, en Camboya. Unos días en Bangkok os servirán de cámara de descompresión para iros adaptando poco a poco al ritmo vital, pausado y al mismo tiempo enérgico, de otro continente y una cultura muy diferente a la nuestra, pero siempre con las comodidades y eficacia similares a las que encontramos en España, y en algunos casos incluso superiores. La capital de Tailandia es una ciudad fascinante, con sus calles bulliciosas casi las veinticuatro horas, una especie de mercado continuo donde se puede comprar casi de todo, curiosear hasta el infinito o comer las especialidades de una de las mejores gastronomías del mundo, sin olvidar su hermoso patrimonio cultural plasmado en wats (templos budistas), un impresionante Palacio Real y un Museo Nacional muy ilustrativo, y sin pasar por alto, por supuesto, la exuberante riqueza cultural que muestra la forma de vida thai. El grupo de templos budistas e hinduistas de Angkor, en la vecina Camboya y adonde llegaréis en un cómodo vuelo de una hora desde Bangkok o en pocas horas de viaje por carretera, es el principal complejo arqueológico de Asia, un lugar donde la Naturaleza se ha intrincado en los edificios que duermen desde la Edad Media para convertirse también en arte.
Bangkok es una de las capitales más importantes no sólo del Sureste Asiático, sino también de toda Asia y la principal puerta de acceso de la zona, incluido el fantástico complejo arqueológico de templos medievales de Angkor, en Camboya.
Unos días en Bangkok os servirán de cámara de descompresión para iros adaptando poco a poco al ritmo vital, pausado y al mismo tiempo enérgico, de otro continente y una cultura muy diferente a la nuestra, pero siempre con las comodidades y eficacia similares a las que encontramos en España, y en algunos casos incluso superiores.
La capital de Tailandia es una ciudad fascinante, con sus calles bulliciosas casi las veinticuatro horas, una especie de mercado continuo donde se puede comprar casi de todo, curiosear hasta el infinito o comer las especialidades de una de las mejores gastronomías del mundo, sin olvidar su hermoso patrimonio cultural plasmado en wats (templos budistas), un impresionante Palacio Real y un Museo Nacional muy ilustrativo, y sin pasar por alto, por supuesto, la exuberante riqueza cultural que muestra la forma de vida thai.
El grupo de templos budistas e hinduistas de Angkor, en la vecina Camboya y adonde llegaréis en un cómodo vuelo de una hora desde Bangkok o en pocas horas de viaje por carretera, es el principal complejo arqueológico de Asia, un lugar donde la Naturaleza se ha intrincado en los edificios que duermen desde la Edad Media para convertirse también en arte.
