La figura del Arzobispo de Santiago, don Rodrigo de Luna fue muy controvertida. La historia lo acusa, en palabras del Padre Mariana, de aprovecharse de una joven dama a la cual debía de cuidar, ejerciendo sobre ella el llamado derecho de pernada. El autor se propone aquí desmitificar esta leyenda y hablar de las cosas buenas que hizo Don Rodrigo de Luna.