La obra comienza con una semblanza biográfica y profesional de Daniel Gil. Tras una descripción de las principales características de El libro de bolsillo, Ruiz Martínez propone una tipología de clasificación de las más de dos mil cubiertas de esta colección, para profundizar a continuación en la cualidad surrealista del trabajo del diseñador, aspecto clave para entender su obra, así como en los distintos procedimientos empleados para elaborar sus diseños. Más de doscientas cincuenta portadas acompañan el texto descubriéndonos el estilo inconfundible de Daniel Gil: un asombroso repertorio de recursos visuales totalmente actuales que, a través de objetos, manipulaciones fotográficas, collages, tipografía, etc., logran transmitir el contenido del libro, pero sin reproducir lo obvio.