Una escritora tiene que enfrentarse al final de su vida a la guerra, la huida y la convivencia con un pueblo al que había idealizado y que en esas circunstancias, empieza a aparecer menos amable. En medio de la incomunicación, encuentra alivio en un diario por el que desfilan sin solución de continuidad naturaleza e ideología, patria y paisajes, el día a día familiar y la huella inconcebible de la violencia.