El terror, como género ficcional, no cuenta con una teorización lo suficientemente sólida o sistemática en las investigaciones llevadas a cabo desde la universidad española, ya sea a propósito de la literatura o de otros medios. Considerada a la sombra de lo fantástico, entendida como una de sus subespecies o, en el peor de los casos, indiferenciada de aquel, la ficción terrorífica ha tenido que conformarse, salvo excepciones, con asedios desde la crítica cinematográfica, el ensayismo literario y filosófico o las reflexiones de los mismos creadores: trabajos a menudo de gran lucidez y penetración intelectual, pero ajenos, en su espíritu, al genuino discurso académico-científico, fundado en categorías previamente problematizadas y traducido en principios útiles para análisis específicos. Apoyado en los cada vez más prestigiosos estudios sobre lo fantástico, mas con el objetivo de marcar distancias respecto a este ?puesto que, a pesar de convivir en numerosas obras, responden a mecanismos estéticos y pragmáticos divergentes?; nutrido, asimismo, de la mucho más abundante bibliografía anglosajona sobre el terror