En este quinto volumen de la PoesÃa Completa de José Emilio Pacheco (México, 1939-2014) se reúnen los libros El silencio de la luna, La arena errante y El siglo pasado. ½La poesÃa de José Emilio Pacheco se inscribe no en el mundo de la naturaleza sino en el de la cultura y, dentro de éste en su mitad en sombra. Cada poema de Pacheco es un homenaje al No; para José Emilio el tiempo es el agente de la destrucción universal y la historia es un paisaje de ruinas. PodrÃa suponerse que este parti pris lo convierte en un Doctor Pangloss al revés, empeñado en demostrar que vivimos en el peor de los mundos posibles. Por fortuna no siempre es asÃ. Puesto que todos somos dobles, una y otra vez irrumpe en sus poemas la voz del SÃ.+ OCTAVIO PAZ ½La poesÃa ayuda a vivir, es vida en sà misma y Pacheco afirma una y otra vez que la poesÃa contiene lo mejor del hombre y es una garantÃa contra la muerte. Ella significa todo lo que abraza, incluso lo más Ãntimo y pequeño, hasta esos imperceptibles "pasadizos de una hoja de sauce.+ M. VARGAS LLOSA
En este quinto volumen de la PoesÃa Completa de José Emilio Pacheco (México, 1939-2014) se reúnen los libros El silencio de la luna, La arena errante y El siglo pasado.
«La poesÃa de José Emilio Pacheco se inscribe no en el mundo de la naturaleza sino en el de la cultura y, dentro de éste en su mitad en sombra. Cada poema de Pacheco es un homenaje al No; para José Emilio el tiempo es el agente de la destrucción universal y la historia es un paisaje de ruinas. PodrÃa suponerse que este parti pris lo convierte en un Doctor Pangloss al revés, empeñado en demostrar que vivimos en el peor de los mundos posibles. Por fortuna no siempre es asÃ. Puesto que todos somos dobles, una y otra vez irrumpe en sus poemas la voz del SÃ.» OCTAVIO PAZ
«La poesÃa ayuda a vivir, es vida en sà misma y Pacheco afirma una y otra vez que la poesÃa contiene lo mejor del hombre y es una garantÃa contra la muerte. Ella significa todo lo que abraza, incluso lo más Ãntimo y pequeño, hasta esos imperceptibles "pasadizos de una hoja de sauce.» M. VARGAS LLOSA