Helena viaja a Galicia, a las tierras frondosas donde transcurrió su niñez. Busca, casi demanda, las razones de un hombre que acaba de dispararse un tiro en la sien. Su nombre era Carlos. Juntos construyeron casetas de madera, nadaron desnudos en el río y aunque ambos trataran de ocultarlo, se amaron desesperadamente. Pero las viejas paredes de la casona familiar guardan demasiados secretos: pasiones quebradas por el dinero y la guerra, familias que confían en un pasado inexistente, un hombre ahogado en el mar después de escuchar palabras que nunca se debieron pronunciar. Carlos Casares nos abandonó antes de tiempo. Fue uno de los grandes hombres de la cultura gallega y escribió con idéntica maestría ficción y ensayo. El sol del verano es su legado, una novela que combina magistralmente belleza y nostalgia, escrita con la misma pasión que sienten sus personajes.
