Santiago Redondo Vega ha convocado a un grupo extraordinario de personajes a los que enfrenta con la vida. Como si los contemplásemos en un acuario, se mueven azarosamente, pero en cada giro nos muestran fragmentada el alma humana y sus pasiones, siempre bajo la mirada comprensiva y amable del autor.
Afirma Fermín Herrero que estos relatos de En la era de Acuario «retratan, con un sprint final hiperbreve, cuántico, menguante, en el que asoma el humor negro, la vida en sí, ‘esa hermosa entelequia beligerante y tozuda que nos coloca en el mundo sin pedirnos permiso, que a la vez nos encumbra y nos denuesta, nos orienta y nos hunde' o, por resumir las antítesis, ese ‘tiovivo de incongruencias' en el que, afortunado lector, te invito a subirte para disfrutar con una sonrisa en los labios de unas ficciones en las que la realidad se proyecta, mediante la imaginación, por fortuna desaforada, hasta el territorio sublime, indudable, de la evidencia literaria, donde la verdad lírica habita bajo la fluidez narrativa».
Quizá unos ardientes soles que se consumen en la distancia nos empujen a tomar unas decisiones que pensamos basadas en nuestro libre albedrío. Por eso, si el Cosmos te ha conducido a este libro, acepta tu destino y disfrútalo.