La historia de unos jóvenes de clase media, vástagos de familias descalabradas por la guerra civil. Opera prima de uno de los novelistas españoles más admirados, Encerrados con un solo juguete recoge ya muchos de los temas y personajes recurrentes en la obra de Marsé: la juventud -edad de descubrimientos, de explosión de una imaginación que encuentra su terreno abonado en el olvido de la sórdida realidad de los años de plomo-, la desarticulación y el extraño desarraigo que provocó la guerra civil, los balbuceos de una sexualidad irreprimible y confusa. La vida de unos jóvenes de la posguerra sufre una convulsión ante la decadencia moral y finalmente la muerte de una mujer próxima a ellos. Enfrentados a uno de los peores aspectos de una realidad mezquina, traducen su indefensión psicológica en el rechazo. Novela de sentimientos en lucha por no truncarse, es al tiempo una denuncia de unos años que estaban muy lejos de ser triunfales, al tiempo que el primer jalón de una carrera literaria plena de éxitos. Aunque la crítica del momento la saludó como una interesante muestra del objetivismo entonces triunfante, el propio autor siempre la ha calificado de "decadente, intimista y subjetiva".
La ópera prima de Juan Marsé recoge ya muchos de los temas y personajes recurrentes en su obra: la juventud y sus descubrimientos, la desarticulación y el extraño desarraigo que provocó la guerra civil, los balbuceos de una sexualidad irreprimible y confusa... Encerrados con un solo juguete cuenta la historia de unos jóvenes de clase media, vástagos de familias descalabradas por la guerra civil. La novela es, sobre todo, el fiel trasunto de la atmósfera enrarecida y gris en que se debaten los muchachos, poseídos por la desidia y las ansias de un confuso despertar a la sexualidad. El naufragio moral y la muerte repentina de una mujer, encarnación trágica de un destino que ellos odian, reflejará, finalmente, la realidad del mundo en que les ha tocado vivir. Reseña:
«No debería haber reserva en reconocer que Marsé es, desde 1960, nuestro mejor narrador.»
José Carlos Mainer, El País