Las enseñanzas de Uriel son una puerta abierta para servir y ayudar a los demás. Cuando un ángel habla a un humano, habla a su mente y a su corazón, y lo hace en la medida en que lo puede captar el humano. Es por eso que, a veces, para la gente cuya inteligencia no es muy elevada, enviamos los mensajes a su corazón y les hablamos del amor, de la oración y de la importancia de abrir el corazón a los demás. Este libros va a las mentes también, porque hay parte de la Humanidad que al abrir su intelecto a determinados conocimientos, eso les permite abrir su corazón. Nosotros, los ángeles, queremos que a través de estas páginas se expanda la mente y el corazón humano para tener así una mayor capacidad energética, una vibración más alta y, por tanto, una mayor recepción de la energía del Creador. Con este proceso de comunicación empieza un experimento alquímico de transformación, de modo tal que aparecen nuevos planteamientos, nuevos conceptos y nuevos valores. Pero la mayor aportación de estas enseñanzas es mostrarnos cómo vivir con perspectiva y cómo poder disfrutar de la alegría y de la paz. De ese modo, los obstáculos comienzan a disolverse y a desaparecer, y la convivencia y el discurrir cotidiano se realizan con creciente claridad y transparencia. Espero que este libro, publicado en su segunda edición, ayude con sus mensajes y con su vibración angélica a todo lector que lo sostenga entre sus manos, como en su momento me ayudaron a mí y a otras personas. A través de las páginas de este libro, Ascensión Calatrava saca a la luz una serie de reflexiones realizadas por el Arcángel Uriel acerca de las preguntas que se le fueron planteando durante un período concreto, en las que también aparecieron otras entidades celestes. Por medio de ellas podrás alcanzar una nueva forma de apertura del corazón a través de la mente, así como luz, paz y amor. ASCENSION CALATRAVA ANDRES es doctora en Ciencias, aunque la cualidad más significativa de su via es su búsqueda interior, donde sujeto y objeto de observación se superponen. Sus últimos veinte años se pueden considerar como un período de reflexión sobre sí misma y de observación sobre las causas y el porqué de los acontecimientos significativos que en el transcurrir de la vida van sucediéndose en este camino de retorno a la Fuente.