La hermenéutica de Hans-Georg Gadamer enseña que la conversación posee su propia voluntad: no es sólo que ella sea conducida por quienes conversan, sino que éstos son también conducidos por ella. Así transcurre, como señalara Gadamer en «Verdad y método», «en preguntas y respuestas, en el dar y tomar, en el argumentar en paralelo y en el ponerse de acuerdo, aquella comunicación de sentido cuya elaboración como arte es la tarea de la hermenéutica». Prueba de ello son estas dos conversaciones con Silvio Vietta, mantenidas un año antes de la muerte de Gadamer.