Chinaski siempre ha estado en pie de guerra, sin bajar la guardia, contra el establishment y sus infinitos tentáculos. Pero en Hollywood no le será nada fácil: un enloquecido director de cine se empeña en llevar a la pantalla sus relatos de juventud, o sea la autobiografía de un alcohólico empedernido. Chinaski desconfía, aunque acepta a regañadientes escribir el guión de la película. Y ahí comienzan los verdaderos problemas. Bukowski nos cuenta las experiencias de la filmación de Barfly, dirigida por Barbet Schroeder e interpretada por Mickey Rourke y Faye Dunaway. Una visión sarcástica, ácida y corrosiva de Hollywood en la que desfilan personajes curiosos y excéntricos: productores, escritorzuelos, artistas de todo lo imaginable, ejecutivos fantasmas, periodistas... Un mundo duro donde todo gira al compás del sacrosanto dólar, que es, paradójicamente, el único medio para realizar los sueños más subversivos y las empresas más enloquecidas.
Henry Chinaski siempre ha estado en pie de guerra, sin bajar la guardia contra el «establishment» y sus infinitos tentáculos. Pero en Hollywood no le será nada fácil: John Pinchot, un enloquecido director de cine, se empeña en llevar a la pantalla sus relatos de juventud, o sea la autobiografía de un alcohólico empedernido. Chinaski desconfía del proyecto, aunque acepta a regañadientes escribir el guión de la película. Y aquí comienzan los verdaderos problemas.
Bukowski cuenta en este libro las experiencias de su álter ego Chinaski durante la filmación de la película Barfly, dirigida por Barbet Schroeder e interpretada por Mickey Rourke y Faye Dunaway. Una visión sarcástica, ácida y corrosiva de los entretelones de Hollywood en la que desfilan personajes curiosos y excéntricos: productores, escritorzuelos, artistas de todo lo imaginable, ejecutivos fantasma, periodistas... Un mundo duro donde todo gira al compás del sacrosanto dólar, que es paradójicamente, el único medio para realizar lo sueños más subversivos y las empresas más enloquecidas.
«Una narrativa tremendamente veloz, que te atrapa aunque no quieras» (Ramón de España, El País).
«Un verdadero genio en su tratamiento irónico de la sociedad. Absolutamente nada escapa a su sarcasmo» (José Antonio Gurpegui, Abc).
«Su mejor pieza» (Félix Romeo Pescador, Diario 16).