En los últimos años se ha producido un fenómeno revelador: la aparición en público de niñas y niños transexuales que, acompañados por sus familiares, reclaman que se atienda a sus derechos. Estos casos cuestionan la creencia social de que no existe la transexualidad en la infancia. Negarlo ha supuesto para muchos niños y niñas sufrir acoso, violencia, marginación... Se hace así evidente la necesidad de un cambio en la concepción de la sexualidad y los derechos de la infancia que parte de reconocer su identidad y su voluntad. Como alternativa al discurso biomédico, Juan Gavilán plantea un marco basado en la experiencia práctica, en la realidad, de las familias de menores transexuales que afrontan a diario preguntas sobre el desarrollo, la identidad, las estrategias educativas o el sexo de sus hijos e hijas.