Esta Invitación al federalismo surge del convencimiento de que la cuestión de las nacionalidades ha de plantearse en España no solo con criterios jurídico-políticos, sino sobre todo ½en el terreno de la humana cordialidad+, como con razón decía aquel socialista que era Anselmo Carretero desde su exilio mexicano. Partiendo de este supuesto de que merece la pena ½vivir juntos+, los argumentos expuestos en esta obra apuntan al Estado federal plurinacional, al que en España es tan importante como urgente llegar. El cuadro de la realidad española no puede limitarse a los trazos que pintan neocentralistas, por un lado, e independentistas, por otro. Es preciso que se haga oír la voz del federalismo, abriéndose paso entre esas dinámicas antagónicas, con su propuesta para la rearticulación del Estado español. Un pacto político federal ha de acompañar a la reforma constitucional que aparece como necesaria. La complejidad del Estado español reclama la voluntad de hacer viable, reformando el Estado autonómico, su futuro como Estado federal en el que la solidaria redistribución de cargas y beneficios y el reconocimiento de las legítimas diferencias puedan verse eficaz y justamente logrados. Para conformar en España un Estado federal plurinacional es necesario que el debate público se abra a la desmitificación de la soberanía y al replanteamiento de lo que supone la pluralidad de naciones para su realidad jurídico-política. Igualmente, además de clarificación conceptual, se requiere coraje político para acometer todo lo relativo al derecho a decidir en los procesos de legitimación del marco democrático y de derecho en el que ha de desarrollarse nuestra vida so- cial. Hablar de todo ello es impulsar el federalismo social, cooperativo y pluralista como proyecto de convivencia democrática.
Esta Invitación al federalismo surge del convencimiento de que la cuestión de las nacionalidades ha de plantearse en España no solo con criterios jurídico-políticos, sino sobre todo «en el terreno de la humana cordialidad», como con razón decía aquel socialista que era Anselmo Carretero desde su exilio mexicano. Partiendo de este supuesto de que merece la pena «vivir juntos», los argumentos expuestos en esta obra apuntan al Estado federal plurinacional, al que en España es tan importante como urgente llegar.
El cuadro de la realidad española no puede limitarse a los trazos que pintan neocentralistas, por un lado, e independentistas, por otro. Es preciso que se haga oír la voz del federalismo, abriéndose paso entre esas dinámicas antagónicas, con su propuesta para la rearticulación del Estado español. Un pacto político federal ha de acompañar a la reforma constitucional que aparece como necesaria. La complejidad del Estado español reclama la voluntad de hacer viable, reformando el Estado autonómico, su futuro como Estado federal en el que la solidaria redistribución de cargas y beneficios y el reconocimiento de las legítimas diferencias puedan verse eficaz y justamente logrados.
Para conformar en España un Estado federal plurinacional es necesario que el debate público se abra a la desmitificación de la soberanía y al replanteamiento de lo que supone la pluralidad de naciones para su realidad jurídico-política. Igualmente, además de clarificación conceptual, se requiere coraje político para acometer todo lo relativo al derecho a decidir en los procesos de legitimación del marco democrático y de derecho en el que ha de desarrollarse nuestra vida so- cial. Hablar de todo ello es impulsar el federalismo social, cooperativo y pluralista como proyecto de convivencia democrática.