La victoria cristiana obtenida el 30 de octubre de 1340 a orillas del río Salado, en las cercanías de la Plaza de Tarifa, puede considerarse como el momento álgido de una campaña militar emprendida años antes en la que se pugnaba con ahínco por el control del estrecho de Gibraltar.El reino nazarí de Granada, último estado sarraceno en la Península Ibérica tras el avance de la reconquista cristiana, quiso equilibrar la balanza frente a la creciente fuerza de la Corona de Castilla buscando el apoyo de la dinastía Benimerín, nuevo poder en expansión en Africa noroccidental. Sin embargo, los sultanes benimerines resultaron ser un aliado peligroso, capaz de absorber al propio reino nazarí en sus planes de conquista.Intrigas internas en los reinos cristianos propiciaban también en ocasiones la presencia de extraños compañeros de viaje. La presente obra desentraña esta apasionante y crucial época de nuestra Historia en la que, por tierra y por mar, nuestros antepasados combatían labrando el futuro de España.
La victoria cristiana obtenida el 30 de octubre de 1340 a orillas del río Salado, en las cercanías de la Plaza de Tarifa, puede considerarse como el momento álgido de una campaña militar emprendida años antes en la que se pugnaba con ahínco por el control del estrecho de Gibraltar.
El reino nazarí de Granada, último estado sarraceno en la Península Ibérica tras el avance de la reconquista cristiana, quiso equilibrar la balanza frente a la creciente fuerza de la Corona de Castilla buscando el apoyo de la dinastía Benimerín, nuevo poder en expansión en África noroccidental. Sin embargo, los sultanes benimerines resultaron ser un aliado peligroso, capaz de absorber al propio reino nazarí en sus planes de conquista.
Intrigas internas en los reinos cristianos propiciaban también en ocasiones la presencia de extraños compañeros de viaje. La presente obra desentraña esta apasionante y crucial época de nuestra Historia en la que, por tierra y por mar, nuestros antepasados combatían labrando el futuro de España.
