Galopines, rufianes, busconas, trapaceros y jiferos, fulleros y otras gentes de ralea patibularia, afectas a meter el dos de bastos y piar al turco por taruferías y figones de mala muerte. Jaques y polinches, hembras de trato y curas ultramontanos, con mal mosto y peor catadura, nobles de los de escalar muros y otear ventanas, y pobres de sopa boba que alternan por los mentideros con caballeros de la tuna, trasegando chismes, cuernos y honras.
He aquí las diferentes hebras de un Madrid bizarro y pintoresco, el del último tercio del reinado de Felipe II. Pero no solo eso, pues también el lector encontrará en las páginas de esta novela, lances de capa y espada, intrigas cortesanas dignas de Maquiavelo, enredos luteranos y un alguacil mayor de la villa, antiguo sargento de los tercios, que intentará hacer justicia a todo trance. Y en el primer plano, a modo de eje en torno al cual gira la historia, una quiebra en la ley de la moneda con el propósito de pagar las soldadas atrasadas del levantisco ejército de Flandes que, con grande furia española, saqueara Amberes en el año 1576.
Con esta novela, Emilio Saavedra Alcalá nos ofrece entretenimiento y conocimiento a iguales partes. Vive Dios que vuestras mercedes no quedarán decepcionados.