Kate rompe con su novio y, después de pasarse algunos días comiendo ganchitos debajo del edredón, decide volver a vivir con su madre a sus 40 años. Para ocupar su tiempo, empieza a colaborar con la «Fundación Lauderdale para damas excepcionales». Allí conoce a Cecily Finn, una anciana de 96 punzante como una aguja cansada de vivir. Cecily le recomienda un manual de autoayuda diferente, un libro de recetas que ella escribió en 1957, con menús para cualquier situación y que promete respuestas a preguntas esenciales.
«¿Qué cocinar para para conquistar a un viejo amor? ¿Y a uno nuevo? ¿Y para retener al hombre que esperas que se quede después de la cena? ¿Y para invitar al irse al que no?».
¿Podrá Kate encontrar el menú ideal para un corazón roto? Y si Kate es capaz de salir del bache, ¿podrá conseguirlo Cecily?
Así se forja una amistad entre dos almas solitarias y obstinadas, que descubren que la comida sirve para darse un capricho, que la vida es para disfrutarla intensamente y que el camino al corazón de un hombre resulta irrelevante.
«La mujer que quería más es una sensacional forma de aprender que la comida puede alimentar a la vez el corazón, el amor y la amistad».