LUIS N. GONZÁLEZ ALONSO / ASIER GARRIDO MUÑOZ
Que la lógica del multilateralismo es consustancial a la acción exterior de la Unión Europea era algo bien sabido antes de que la Estrategia Europea de Seguridad de 2003 convirtiese a este concepto, acompañado del epíteto "eficaz", en una especie de mantra que no ha dejado de evocarse desde entonces como síntesis feliz de una determinada visión del mundo. Cuestión distinta es el sentido preciso en el que la UE entienda desarrollarlo en la práctica y, a tal efecto, un indicador clave vendrá dado sin duda por el lugar que atribuya a Naciones Unidas en su concepción de lo que deba ser un orden internacional basado en el Derecho y dotado de instituciones que funcionen adecuadamente. Con esta obra colectiva se pretende ofrecer una valoración de la consistencia real del compromiso de la UE con Naciones Unidas en el proceso de construcción de ese orden internacional al que aspira fundado en el multilateralismo eficaz. Para ello, el análisis se centra en dos ámbitos generales de capital importancia en los que confluye la actividad de ambas organizaciones y en los que la interacción entre ellas resulta particularmente significativa. Por un lado, el de lo que cabría denominar gestión internacional de crisis, entendiendo este concepto en su sentido más amplio; por otro, el de la protección internacional de los derechos o, quizá mejor, de la dignidad humana, indisolublemente ligado en muchas de sus facetas al anterior