Durante la guerra de los Seis Días, la joven Orah está encerrada con Avram e Ilan en el pabellón de un hospital de Jerusalén. Los tres padecen una enfermedad infecciosa y nadie puede visitarlos. En este ambiente de aislamiento nace una amistad peculiar, que acabará unos años más tarde con el matrimonio de Orah e Ilan y el nacimiento de Adam y Ofer. Ahora Ofer tiene 20 años y aunque ha cumplido ya con el tiempo reglamentario del servicio militar, de repente acepta participar en una operación militar especial, en contra de los deseos de su madre. Orah acompaña a Ofer hasta el campamento y luego toma una decisión extravagante: mientras su hijo esté en combate, ella no se quedará en casa esperándolo, sino que cruzará a pie el territorio de Israel. ¿Para qué caminar tanto? porque el movimiento físico es una manera de conjurar lo peor: mientras camine, ningún soldado israelí se presentará en su casa para anunciarle la muerte de su hijo. La vida entera abraza la existencia de hombres y mujeres extraordinarios aun en su mediocridad. Sus errores acaban siendo un elogio de la imperfección humana. Si David Grossman es un autor conocido por su capacidad de cavar hondo en las heridas emocionales, en este trabajo ha rozado lo indecible.
La obra maestra de David Grossman, autor galardonado con el Man Booker International Prize 2017. A las cinco de la mañana los soldados pueden llamar a tu puerta para comunicar lo que ya temías: tu hijo ha muerto defendiendo la tierra de Israel. Para ahuyentar esta visita, Ora, una mujer madura que ha tropezado más de una vez con el dolor, decide dejar su hogar y andar sin rumbo por los campos que rodean Jerusalén. Intuye que, mientras ella camine, su hijo Ofer, enrolado como voluntario en el ejército, estará a salvo. Reseña:
«La obra maestra de David Grossman. Si Flaubert creó a Emma Bovary y Tolstói a Anna Karenina, ahora tenemos a Ora, una mujer de cuerpo entero, más viva que cualquier otro personaje de la ficción contemporánea. Leí las espléndidas páginas de La vida entera de un tirón, las devoré: una experiencia inolvidable.»
Paul Auster