En España tenemos muchas razones para saber quiénes son los cuáqueros y para estarles agradecidos. El rasgo más notable que les caracteriza es, sin duda, la preocupación por aliviar la suerte de los seres más desfavorecidos en situaciones adversas, que suelen ser las mujeres los niños. Y su imparcialidad en la distribución de la ayuda. Son benefactores per se. A España vinieron para socorrer a las víctimas de la Guerra Civil. Fueron capaces de alimentar hasta 350.000 niños cada día. Para ello crearon colonias infantiles y fundaron hospitales. El trabajo de los cuáqueros incluso continuó cuando los derrotados españoles huyeron a Francia. Allí, a los campos de concentración, les llevaban alimentos, medicinas, ropas, y noticias de familiares dispersos a causa de la diáspora. Siempre manteniendo su neutralidad ante el conflicto.