En este libro se estudia una serie de 32 poblaciones creadas por Carlos III en el sur de España. La iniciativa pretendía implantar una nueva organización social, para lo que se redactó un fuero propio para las fundaciones que regulaba los aspectos de la vida económica y social de los colonos. En 1775, el número de poblaciones había aumentado a 41, y en 1795, ya había más de 50.