Cuando se abra la tercera puerta, un secreto escondido durante dos mil años será desvelado.
Jerusalén, septiembre del año 70 d. C. Un poderoso ejército de casi setenta mil combatientes, bajo las órdenes del general Tito Flavio, futuro emperador de Roma, destruye y saquea la ciudad, incendia el Templo y se apodera de sus tesoros. Dos sacerdotes logran escapar con algo muy valioso que consiguen salvar del saqueo.
Granada, 31 de marzo de 1492. Los Reyes Católicos firman en la Alhambra el decreto de expulsión de los judeoespañoles de todos los territorios de sus reinos. La mañana del 31 de julio, una gran caravana parte de Toledo camino del destierro. En ella viaja también el tesoro salvado del saqueo del Templo de Jerusalén.
Salónica (Grecia), año 2005. Durante las obras en una casa del viejo barrio turco salonicense aparece un críptico texto del siglo xv escrito en la lengua de Sefarad. Su enigmático contenido oculta algo importante. Hay oscuras fuerzas —una peligrosa secta ultraortodoxa judía y los sicarios de un violento traficante de diamantes de sangre— que quieren apoderarse del documento y no dudarán en matar a quienes se opongan.
Con su gran dominio del lenguaje, su impecable estilo narrativo y la enorme y sorprendente documentación que aporta, Francisco Muñoz Guerrero convierte Las puertas secretas de Sefarad en una novela dinámica, amena y llena de intriga que absorbe desde la primera página. Para el lector supondrá un verdadero reto intentar desentrañar el misterio que esconde el pergamino.
