La poesía es un árbol, y bajo su sombra no estamos seguros. Desde la oscura profundidad de sus raíces hasta la verde vibración de sus hojas es intemperie. A ella nos abrazamos. (?) Orietta Lozano ha permanecido allí mucho tiempo. Y desde ese tránsito interior de la sustancia que muere y reverdece, escribe. Su palabra siempre ha conservado la distancia justa entre su cuerpo y la posibilidad del rayo. Escribe en la tensión del riesgo, en la espera del incendio o la caída.