Todas las grandes religiones hablan de seres inmateriales próximos a los humanos, dotados de inteligencia y voluntad. Encontramos ángeles jefes de las milicias celestes, como San Miguel, anunciadores, como San Gabriel, protectores, como San Rafael, custodios, buenos y malos. La Biblia menciona nueve escalas o coros: ángeles, arcángeles y principados; dominaciones, virtudes y potestades; tronos, querubines y serafines. Incluso Sócrates asigna a cada persona un daimon o genio protector, ser intermedio entre los mortales y los dioses, y Platón desarrolla esta creencia en sus diálogos Fedón y El Banquete.