Este es el segundo volumen de Autorretrato sin retoques, ambos independientes, pero formado un solo e inequívoco libro de memorias: dos partes coincidentes y reincidentes de una misma persona que siempre es distinta. El tono es también idéntico al del libro anterior, pues se trata de unas memorias escritas para contar realmente la realidad real, tal y como el autor la percibe, que acaso no sea la verdad, entre otras razones porque la verdad es inasequible a la inteligencia humana, pero esto es lo más que puede hacer su autor dice, en su esfuerzo por dar con ella.