Assumpta Serrano es una bruja. Recluida entre los límites del barcelonés barrio del Clot y vencida por la pérdida del único hombre que ha estado a la altura de sus capacidades, pasa los días ejerciendo de fisioterapeuta a domicilio, durmiendo en habitaciones de hotel que luego reseñará para una web turística y acudiendo a las llamadas de La Jauría, un misterioso comando vandálico dedicado a dar palizas a los viandantes.
La mujer -la bruja, la reclusa, la viuda, la enajenada- se halla inmersa por accidente en un pasaje hacia cierta forma de trascendencia que promete hacer de ella algo más que la simple suma de sus partes. Pero para ello deberá pagar el precio más alto de todos.
Densa, íntima y fantasmagórica, Pasaje a las dehesas de invierno es una novela en la que esoterismo y topografía profunda convergen para explorar el género y la identidad sexual, así como las posibilidades de la relación con el territorio mediante la magia y la alucinación; un relato que profundiza en las dinámicas poéticas del luto y la redención, y un drama psicológico que reivindica la libertad de evolución personal a toda costa.