Polvo en el neón es una obra atípica y exquisita. En ella se combinan la prosa limpia, precisa y llena de texturas del escritor Carlos Castán y las imágenes del fotógrafo Dominique Leyva. El escritor construye una deliciosa ficción tomando como referencia para los escenarios los Moteles que aparecen en la obra fotográfica del artista visual. La historia gira en torno al reencuentro consigo mismo del protagonista (Quinn) a través de su viaje para tomar posesión de un motel que le deja en herencia una tía lejana. Quinn deja en casa una mujer que le engaña, una amante despechada, y en el camino va reencontrándose con antiguas pasiones y con los restos de su naufragio familiar. Sin embargo, la historia también toma una forma caleidoscópica, al estar incrustados fragmentos en apariencia dispersos y aleatorios, donde, desarrolla y esboza historias paralelas.