Por el placer de mentir(nos) es un poemario solemne, profundo y original. Con ambigüedad medida, el autor evoca una intensa pasión amorosa, tal vez verdadera, tal vez superada, desde un presente que revela la posible intención de la obra: criticar al hipócrita.
Así, el personaje clásico, se convierte en el eje de una representación dramática que, organizada en tres actos como buena tragicomedia, mantiene la atención del espectador-lector alentando su curiosidad, convirtiéndolo en un actor más y prometiéndole sorpresa.
La tensión (creada o reflejada con mimo, cuidado y acierto) garantiza la implicación y el entretenimiento y deja el rastro agridulce del final de la función. Puro teatro. María Jesús Fuentes.