La obra analiza el modo en que Johannes Bernhardt hizo una fortuna en España durante la Guerra Civil, actuando de intermediario de Franco ante Hitler, y aprovechó la deuda por la ayuda militar germana para mediar en todas las exportaciones de materias primas -incluido el wolframio- durante la Segunda Guerra Mundial. Al finalizar esta, era uno de los alemanes más buscados por los aliados en la no-beligerante España, aislada diplomática y económicamente. Antes de partir hacia Argentina con su familia en 1951, Bernhardt creó, mediante testaferros, la productora cinematográfica Sagitario Films, la distribuidora Europa Films y financió la compra de los estudios Cinearte, en el centro de Madrid.