Luciano tiene 29 años y es de un pueblo de Granada aunque ahora vive en Edimburgo. Una mañana se despierta y ha retrocedido veinte años, vive con sus padres y hermanos, tiene nueve años y un cuerpo de niño, pero con pensamientos de una persona adulta. Al principio, como es lógico, no sabe qué le ocurre, hasta que llega a la conclusión de que ha soñado esos últimos veinte años. Todo esto y mucho más hace que Luciano pueda vivir una segunda juventud. Puede parecer un bonito sueño, pero, pensándolo bien, ¿de verdad estaríamos dispuestos a volver a nuestra infancia?