Arturo Bandini se instala en Bunker Hill, la colina que domina el centro de Los Ángeles, empieza a trabajar como camarero y escribe relatos. Esta magnífica novela narra los inicios del personaje como guionista, sus amores y líos, y su frustrante carrera en Hollywood, en cuyos pasillos se cruza con guionistas ilustres como Ben Hecht, Dalton Trumbo o Nathanael West, y con el mismísimo Sinclair Lewis, su ídolo literario. El autor, ya ciego, dictó esta novela en sus años finales y el resultado es una visión inmisericorde y sardónica de esa fábrica de sueños con mucho de pesadilla.