Gustave Flaubert, acaso sin proponérselo, dejó unaápregunta sin respuesta cuando escribió que su EmmaáBovary se parecía a ½la mujer pálida de Barcelona+.+A quién se refería? +A un personaje real? +A un dichoápopular? +A la modelo de un cuadro? +Existió realmenteáuna Bovary de Barcelona? El azar quiere que sea unáprofesor barcelonés de secundaria quien intente resolveráel enigma, siglo y medio después de que Flaubertádescribiera así a su heroína. El catedrático de literaturaáGuillermo Jiménez busca la respuesta entre Filadelfia,áLyon y Barcelona. Será precisamente en esta últimaáciudad donde la aparición en una misteriosa casaámodernista de un cuadro expoliado por los nazisáinstigará su búsqueda.áGustave Courbet, Baudelaire, damas francesas del xixáadictas al opio, Hermann G"ring y una perturbadoraámujer de nuestros días dan cuerpo a una investigaciónásobre el deseo y la obsesión, la historia y el arte,ála verdad y la ficción.
Gustave Flaubert, acaso sin proponérselo, dejó una pregunta sin respuesta cuando escribió que su Emma Bovary se parecía a «la mujer pálida de Barcelona».
¿A quién se refería? ¿A un personaje real? ¿A un dicho popular? ¿A la modelo de un cuadro? ¿Existió realmente una Bovary de Barcelona? El azar quiere que sea un profesor barcelonés de secundaria quien intente resolver el enigma, siglo y medio después de que Flaubert describiera así a su heroína. El catedrático de literatura Guillermo Jiménez busca la respuesta entre Filadelfia, Lyon y Barcelona. Será precisamente en esta última ciudad donde la aparición en una misteriosa casa modernista de un cuadro expoliado por los nazis instigará su búsqueda. Gustave Courbet, Baudelaire, damas francesas del xix adictas al opio, Hermann Göring y una perturbadora mujer de nuestros días dan cuerpo a una investigación sobre el deseo y la obsesión, la historia y el arte, la verdad y la ficción.