PEREZ DEL RIO, FERNANDO / ALBA, MERCURIO
Vivimos una época de relaciones efÃmeras, donde el individualismo narcisista deja poco espacio para el otro. Sin embargo, ¿por qué permanecemos con quienes nos hacen daño, muchas veces durante toda la vida? Desde la psicologÃa, la sociologÃa o la educación, intentamos explicar cómo, frente a las peores circunstancias, la relación se sobrepone a sà misma y continúa en pie. Una suerte de masoquismo psicodinámico la sustenta, una fuerte necesidad del otro en forma de ni contigo ni sin ti. La relación es más importante que el sentimiento de malestar que produce. Es preciso mantener el vÃnculo y mostrarlo en sociedad bajo la máscara de una armonÃa perfecta dentro de un entorno idÃlico. AsÃ, uno se ve atrapado en esta opresiva red durante años, sujeto a un desasosiego tenso que se diluye a ratos en instantes de fugaz felicidad, pequeñas migajas de dicha que quedaron plasmadas en una foto de boda o de una cena familiar. Y más que culpables, encontramos vÃctimas. VÃctimas que demandan afecto y acaban mendigando cariño por las esquinas. Parejas perdidas en el laberinto del Minotauro -representación en este caso del