EL ARTE DE SABER ABURRIRSE

EL ARTE DE SABER ABURRIRSE

20,00 €
IVA incluido
En stock
Editorial:
PLATAFORMA EDITORIAL
Año de edición:
Materia
Autoayuda y Superación
ISBN:
978-84-16820-90-0
Páginas:
336
Encuadernación:
CUARTO - RUSTICA
Colección:
ACTUAL

En la actual era de la información estamos tan conectados con la tecnología, y tenemos tantas maneras de pasar nuestro tiempo libre que ni siquiera deberíamos saber a qué se parece el aburrimiento. Sin embargo, el aburrimiento parece ir en aumento, y cuanta más estimulación recibimos, más deseamos. Estamos perdiendo la habilidad de tolerar la repetición y la rutina de la vida cotidiana. En este volumen, Sandi Mann lleva a cabo una innovadora investigación para explicar cómo actuamos, reaccionamos y superamos el aburrimiento. Sostiene que existe un lado positivo del aburrimiento, y que este puede ser un catalizador para el humor, la diversión, la reflexión, la creatividad y la inspiración, y que la solución al "problema del aburrimiento" es potenciarlo en lugar de evitarlo: concedernos a nosotros mismos periodos de tiempo alejados de la constante estimulación puede enriquecer nuestras vidas, así que deberíamos abrazar el aburrimiento y valorar positivamente el tiempo de inactividad.

En la actual era de la información estamos tan conectados con la tecnología, y tenemos tantas maneras de pasar nuestro tiempo libre que ni siquiera deberíamos saber a qué se parece el aburrimiento. Sin embargo, el aburrimiento parece ir en aumento, y cuanta más estimulación recibimos, más deseamos. Estamos perdiendo la habilidad de tolerar la repetición y la rutina de la vida cotidiana.
En este volumen, Sandi Mann lleva a cabo una innovadora investigación para explicar cómo actuamos, reaccionamos y superamos el aburrimiento. Sostiene que existe un lado positivo del aburrimiento, y que este puede ser un catalizador para el humor, la diversión, la reflexión, la creatividad y la inspiración, y que la solución al "problema del aburrimiento" es potenciarlo en lugar de evitarlo: concedernos a nosotros mismos periodos de tiempo alejados de la constante estimulación puede enriquecer nuestras vidas, así que deberíamos abrazar el aburrimiento y valorar positivamente el tiempo de inactividad.