Abengoa, la mayor empresa de energÃas renovables de España, presentó preconcurso de acreedores a finales de 2015 con deudas de 25.000 millones de euros. La multinacional sevillana, con 30.000 empleados y presencia en todo el mundo, habÃa vivido un fuerte declive en la rentabilidad y perdido la confianza de la banca. No podÃa pagar y tuvo que acometer una durÃsima reestructuración. Un año después, el imperio controlado por la familia Benjumea desde su fundación en 1941 pasó a manos de sus acreedores financieros. Los Benjumea y los miles de accionistas de Abengoa lo perdieron casi todo.Durante los diez años anteriores a su práctica liquidación, la ingenierÃa sevillana se habÃa convertido en un gigante de las energÃas limpias, desde la termosolar a los biocombustibles. Un coloso valorado en 4.000 millones de euros. Su impresionante éxito no pudo mantenerse porque se fundó en una expansión desmedida, lograda en parte gracias a los contactos polÃticos, un endeudamiento desaforado y una agresiva internacionalización. Abengoa traspasó todos los lÃmites ante la pasividad de las autoridades polÃticas, la CNMV y su auditor, que nunca vieron o quisieron ver lo que ocurrÃa.+Cómo llegó Abengoa a ser lo que fue? +Quién la hizo posible y cómo? +Por qué cayó? +Y qué pasa con los culpables? La compañÃa que ha sobrevivido al naufragio no es ni la sombra de antaño y afronta un futuro complejo e incierto mientras el caso Abengoa ?con querellas por delitos societarios cometidos presuntamente por sus administradores?se dirime en la Audiencia Nacional. A la espera de que se haga justicia, hoy pueden extraerse muchas enseñanzas del nacimiento, esplendor y ocaso del imperio del sol.
Abengoa, la mayor empresa de energÃas renovables de España, presentó preconcurso de acreedores a finales de 2015 con deudas de 25.000 millones de euros. La multinacional sevillana, con 30.000 empleados y presencia en todo el mundo, habÃa vivido un fuerte declive en la rentabilidad y perdido la confianza de la banca. No podÃa pagar y tuvo que acometer una durÃsima reestructuración. Un año después, el imperio controlado por la familia Benjumea desde su fundación en 1941 pasó a manos de sus acreedores financieros. Los Benjumea y los miles de accionistas de Abengoa lo perdieron casi todo.
Durante los diez años anteriores a su práctica liquidación, la ingenierÃa sevillana se habÃa convertido en un gigante de las energÃas limpias, desde la termosolar a los biocombustibles. Un coloso valorado en 4.000 millones de euros. Su impresionante éxito no pudo mantenerse porque se fundó en una expansión desmedida, lograda en parte gracias a los contactos polÃticos, un endeudamiento desaforado y una agresiva internacionalización. Abengoa traspasó todos los lÃmites ante la pasividad de las autoridades polÃticas, la CNMV y su auditor, que nunca vieron o quisieron ver lo que ocurrÃa.
¿Cómo llegó Abengoa a ser lo que fue? ¿Quién la hizo posible y cómo? ¿Por qué cayó? ¿Y qué pasa con los culpables? La compañÃa que ha sobrevivido al naufragio no es ni la sombra de antaño y afronta un futuro complejo e incierto mientras el caso Abengoa ?con querellas por delitos societarios cometidos presuntamente por sus administradores?se dirime en la Audiencia Nacional. A la espera de que se haga justicia, hoy pueden extraerse muchas enseñanzas del nacimiento, esplendor y ocaso del imperio del sol.