Santiago López-Ríos recupera, documenta y esclarece en este libro una de las facetas más desconocidas de la biografía y de la obra de Américo Castro (1885-1972): su sostenido y tenaz esfuerzo por modernizar e internacionalizar todos los niveles de la enseñanza en España. Los abundantes escritos de Castro sobre el asunto, pu blicados, en su gran mayoría, antes de julio de 1936 en periódicos de marcado carácter progresista como El Sol, muestran esta preocupación. Vistos en su inexcusable conjunto y en su debida contextualización, esos ensayos olvidados —que se reúnen, por vez primera, en el presente volumen— permiten entender la forja de Américo Castro como intelectual, su relación con otros miembros de la generación del 14, su deuda y distancias con Giner de los Ríos y otros institucionistas, su absoluto compromiso con sus ideales de profesor universitario, la coherencia de sus decisiones y su estricto sentido del deber y la responsabilidad, siempre asociado a principios éticos irrenunciables. Estas luminosas, incisivas y polémicas páginas, admirables por su insólita visión de futuro, tienen, además, en ½las circunstancias que atravesamos+, según destaca Juan Goytisolo en el prólogo, ½una indudable actualidad+
Santiago López-Ríos recupera, documenta y esclarece en este libro una de las facetas más desconocidas de la biografía y de la obra de Américo Castro (1885-1972): su sostenido y tenaz esfuerzo por modernizar e internacionalizar todos los niveles de la enseñanza en España. Los abundantes escritos de Castro sobre el asunto, pu blicados, en su gran mayoría, antes de julio de 1936 en periódicos de marcado carácter progresista como El Sol, muestran esta preocupación. Vistos en su inexcusable conjunto y en su debida contextualización, esos ensayos olvidados —que se reúnen, por vez primera, en el presente volumen— permiten entender la forja de Américo Castro como intelectual, su relación con otros miembros de la generación del 14, su deuda y distancias con Giner de los Ríos y otros institucionistas, su absoluto compromiso con sus ideales de profesor universitario, la coherencia de sus decisiones y su estricto sentido del deber y la responsabilidad, siempre asociado a principios éticos irrenunciables. Estas luminosas, incisivas y polémicas páginas, admirables por su insólita visión de futuro, tienen, además, en «las circunstancias que atravesamos», según destaca Juan Goytisolo en el prólogo, «una indudable actualidad»